Tatiana, maternidad, fortaleza y un nuevo comienzo
Lady Tatiana Samarra llegó a España embarazada. Con seis meses y medio de gestación, buscaba algo más que un techo: necesitaba apoyo, orientación y un espacio seguro. Lo encontró en Càritas Diocesana de Terrassa, donde su vida dio un giro inesperado gracias al proyecto materno-infantil de Sabadell.
En ese momento de vulnerabilidad, el acompañamiento que recibió fue clave para afrontar su maternidad con confianza y serenidad. Tatiana recuerda como “me sentí acogida, me recibieron con todo el cariño del mundo”
Un espacio donde acompañarnos con la maternidad
El materno-infantil es un proyecto dirigido a mujeres embarazadas o con bebés recién nacidos. Allí, Tatiana encontró no solo un lugar físico, sino también un entorno emocionalmente seguro. “Fue un espacio muy lindo para mí, ya que me enfrenté a muchos cambios y gracias al proyecto estuve más preparada”, explica.
Durante un año, recibió formación y acompañamiento de profesionales: psicólogos, asesoras de lactancia y especialistas en maternidad. Tatiana afirma que “muchos temas los desconocía por completo, y gracias a las charlas y al apoyo, pude conectar con mi instinto maternal”.
El reto de afrontarse en la crianza y la incertidumbre
Al finalizar el curso, Tatiana tuvo que enfrentarse de nuevo a la realidad: la crianza y la incertidumbre. Lo recuerda como un momento que “fue triste, porque era un espacio donde nos olvidábamos de las situaciones difíciles. Pero me llené de fuerzas y seguí adelante con mi hijo”.
A pesar de haber terminado su participación en el proyecto, Tatiana mantiene el vínculo con Càritas. “Cuando me siento triste, hablo con Anna, la encargada del proyecto. Se crearon lazos muy bonitos”, comenta con gratitud.
Un futuro con propósito
Hoy, su hijo tiene 14 meses y Tatiana se prepara para una nueva etapa. Planea inscribirlo en la escuela bressol para poder estudiar y trabajar. Su sueño es formarse para acompañar emocional y físicamente a las mujeres durante el embarazo y el postparto.
“Gracias al materno, logré conectar con esa faceta de ser madre. Quiero brindar a otras mujeres lo que me brindaron a mí”, dice con convicción. Su proyecto personal nace del deseo de acompañar a otras madres en un momento tan transformador como el embarazo.
Un mensaje para otras mujeres
Tatiana anima a otras mujeres embarazadas que se sientan solas a acercarse a Càritas sin miedo. “Que se arriesguen, que lleguen. Se van a encontrar con personas muy lindas que les abrirán las puertas”, asegura. También invita a las participantes del programa a aprovecharlo al máximo: “Es una experiencia que queda para toda la vida”.
Y no olvida agradecer a quienes hacen posible este acompañamiento: “Muchas gracias a los voluntarios. Me sentía muy tranquila sabiendo que mi hijo estaba seguro con ellos mientras yo desayunaba”.