Promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
Instituida en 2013, Cáritas Diocesana de Terrassa tiene por objeto la realización de la acción caritativa y social de la Iglesia en la Diócesis, a través de les parroquias.
Conoce más sobre nuestros fines, constitución y organización en el territorio.
Nuestra misión es acoger y trabajar con las personas en situación de pobreza y necesidad para que sean protagonistas de su propia vida, desde el compromiso de la comunidad cristiana. Incluye la acción social, la sensibilización de la sociedad y la denuncia de las situaciones de injusticia social.
Promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Desde el compromiso para:
Caridad
Es el fundamento de nuestra identidad y servicio, fuente inspiradora de nuestros valores.
Centralidad de la persona
La persona es el centro de nuestra acción. Defendemos su dignidad, reconocemos sus capacidades, impulsamos sus potencialidades y promovemos su integración y desarrollo.
Verdad
La búsqueda de la verdad sobre el hombre y el mundo a la luz de la fe, fundamento y sentido de nuestro actuar.
Justicia
Trabajamos por la justicia y la transformación de las estructuras injustas como exigencia del reconocimiento de la dignidad de la persona y de sus derechos.
Participación
Somos una organización abierta a la participación de nuestros agentes y de los destinatarios de nuestra acción social. Trabajamos en equipo favoreciendo la integración de los que formamos Cáritas.
Solidaridad
Nos caracterizan nuestro sentimiento de unión a los que sufren y nuestra convicción de igualdad y justicia. Promovemos la solidaridad que nos lleva a buscar el bien común y a trabajar por una comunidad inclusiva, que valora las diferencias como patrimonio común y enriquecedor.
Austeridad
Desde nuestro estilo de vida, ponemos nuestra voluntad en la utilización ética y coherente de los recursos.
Espíritu de mejora
Desarrollamos nuestra actividad buscando permanentemente mejorar y aplicar ideas innovadoras, siempre en beneficio de la persona, la comunidad y la sociedad en su conjunto.
Transparencia
Compartimos una cultura institucional basada en la ética y en la apertura de la información hacia todos los interesados en nuestra labor.
Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Desde el compromiso para:
Que la acción de Cáritas sea significativa en el desarrollo humano integral de los últimos y en la promoción de una sociedad inclusiva.
Ser referentes de solidaridad con los países más empobrecidos y el cuidado de la casa común.
La denuncia de las causas de la pobreza y exclusión, y la promoción de los derechos sociales.
Alcanzar una participación efectiva de la Comunidad Cristiana en la actividad de Cáritas.
La promoción de la economía social y solidaria, como signo de un nuevo modelo económico más justo.
Nuestro modelo de acción opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas».
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.
Cuando Cáritas actúa no es ella quien lo hace, sino la Iglesia en su conjunto. Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del compromiso de toda la Iglesia con los pobres.
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.
Cáritas Diocesana de Terrassa está formada por:
Las Cáritas Parroquiales son básicas en la organización de Cáritas Diocesana ya que son el nivel de mayor proximidad y presencia en la Diócesis. Su misión es la de detectar las diferentes necesidades que pueden surgir en la zona parroquial, estar cerca de las personas más vulnerables acogiéndolas, y trabajar conjuntamente para el desarrollo de proyectos con sentido y de calidad que den respuesta a estas necesidades.
Las Cáritas Interparroquiales agrupan algunas Cáritas Parroquiales para dar respuesta a las necesidades de las personas de forma conjunta. Su misión es la de detectar las diferentes necesidades que pueden surgir en la zona parroquial, estar cerca de las personas más vulnerables acogiéndolas, y trabajar conjuntamente para el desarrollo de proyectos con sentido y de calidad que den respuesta a estas necesidades.
Las Cáritas Parroquiales son básicas en la organización de Cáritas Diocesana ya que son el nivel de mayor proximidad y presencia en la Diócesis. Su misión es la de detectar las diferentes necesidades que pueden surgir en la zona parroquial, estar cerca de las personas más vulnerables acogiéndolas, y trabajar conjuntamente para el desarrollo de proyectos con sentido y de calidad que den respuesta a estas necesidades.
Las Cáritas Interparroquiales agrupan algunas Cáritas Parroquiales para dar respuesta a las necesidades de las personas de forma conjunta. Su misión es la de detectar las diferentes necesidades que pueden surgir en la zona parroquial, estar cerca de las personas más vulnerables acogiéndolas, y trabajar conjuntamente para el desarrollo de proyectos con sentido y de calidad que den respuesta a estas necesidades.
Mons. Salvador Cristau Coll nació en la ciudad de Barcelona el día 15 de abril de 1950. Recibió la ordenación presbiteral a la Catedral de Toledo el 12 de octubre del año 1980. Es licenciado en Estudios Eclesiásticos por la Facultad de Teología de Burgos. El 18 de mayo de 2010 fue nombrado Obispo titular de Aliazira y Auxiliar de Terrassa. La ordenación episcopal tuvo lugar el día 26 de junio de 2010 a las 11 de la mañana a la Santa Iglesia Catedral Basílica del Santo Espíritu de Terrassa. El Colegio de Consultores de la diócesis de Terrassa lo escogió Administrador Diocesano el 15 de junio de 2021. El 5 de febrero de 2022 fue nombrado Obispo de Terrassa.
El Consejo Diocesano es el órgano permanente de gobierno, representación y gestión de Cáritas Diocesana y está formado por:
La Comisión Permanente es el órgano ejecutivo del Consejo Diocesano y de gestión de las actividades ordinarias de Cáritas Diocesana y está formada por:
P. Llorenç Segalés Sisquella, Delegado Diocesano de Pastoral Social de la Diócesis de Terrassa y Consiliario de Cáritas desde 2020.
Nació en Barcelona en 1958. Monje Cisterciense desde 1987 en el Monasterio de Poblet y Valdedios (Asturias) y presbítero de la Diócesis de Terrassa. Ha pasado 10 años de vida religiosa en el suroeste del Besòs en el barrio de la Mina. Después ha estado 13 años en Badia del Vallès y hoy ejerce el Ministerio en los barrios de Can Puiggener (donde vive en comunidad), Torre Romeo y La Concordia de Sabadell.
Es licenciado en Economía Política por la UB, hizo Lógica y Filosofía de la Ciencia con Manuel Sacristán, y ha realizado los estudios eclesiásticos de Teología en la Facultad de Teología de Barcelona.