Campaña

Nadie sin hogar

Necesitamos el compromiso común para que Nadie sin hogar sea una realidad.

Defendemos los derechos de las personas sin hogar

 

 

Llevamos ya 26 años de Campaña, apostando por la dignidad y derechos de miles de personas en situación de sin hogar, rostros concretos que nos interpelan y nos movilizan para seguir adelante. Año tras año venimos denunciando y reclamando mayor protección social, acceso a la salud, a una vivienda digna y adecuada, a la visibilidad, al reconocimiento de la dignidad y los derechos.

 
 

En 2018 cerramos un trienio de campaña que ha tenido como ejes la dignidad en 2016, los derechos en 2017, y la posibilidad real de acabar con el sinhogarismo en 2018.

 
 

“¿Y tú qué dices? ¡Di basta! Nadie sin hogar”

 
 

Queremos interpelar a la sociedad, decir que basta de vulneraciones de derechos, de invisibilidad, de sufrimiento, de vivir en la calle, de inseguridad, de agresiones, de no poder acceder a una vivienda… de no tener hogar.

Aún queda mucho por hacer. Aproximadamente 40.000 personas viven en situación de sin hogar en España, dato que crece exponencialmente si tenemos en cuenta los datos extraídos de la Encuesta Sobre Integración y Necesidades Sociales de la Fundación Foessa 2018, que recoge las personas que residen en una vivienda insegura (2,1 millones de personas) o inadecuada (4,6 millones de personas).

Seguimos insistiendo en que Nadie Sin Hogar puede y debe ser una realidad, y para ello es imprescindible el compromiso común.

Conoce más sobre la Campaña y sus propuestas en los materiales.

Manifiesto Nadie Sin Hogar

“¿Y tú, qué dices? ¡Di basta! Nadie Sin Hogar”

En la Campaña 2018 de este año queremos decir “basta”: de vulneraciones de derechos, de invisibilidad, de sufrimiento, de vivir en la calle, de inseguridad, de agresiones, de no poder acceder a una vivienda… de no tener hogar. Y además afirmamos que “Nadie Sin Hogar es posible”. Después de veintiséis años de campaña podría vencernos el desánimo y pensar que no es así, pero sabemos que no es una fantasía, ni una ilusión, sino que es posible, pero que para ello es necesario el compromiso de las diferentes administraciones, entidades sociales y ciudadanía en general.

Es por ello que pedimos:

  • Un modelo de sociedad diferente, cuyo objetivo es el bien común y no el de unos pocos, que no se basa en el consumismo sino en el compartir, que escucha a todo el mundo, que protege y promociona, que se basa en la justicia y no sólo en lo que es legal.
  • Más vivienda social, pero mucha más. Que se garantice el derecho a la vivienda de todas las personas.
  • Políticas sociales centradas en las personas y sus derechos.
  • La vivienda no es un negocio, rechazamos el uso mercantilista de la vivienda que excluye y vulnera el derecho de muchas personas a tener un hogar.
  • Cada municipio ha de garantizar el acceso a servicios básicos para las personas que viven en la calle: comedores, duchas,…
  • Que los recursos estén adaptados al ritmo de cada persona y no al revés. Y que no estén más tiempo del estrictamente necesario en un recurso.
  • Una Renta Básica de Ciudadanía, que todo el mundo pueda tener garantizados unos ingresos mínimos. Y que sus criterios abarquen al máximo de personas.
  • Incidir en la sensibilización y la visibilización de la realidad del sinhogarismo, porque cada vez es mayor la vulnerabilidad y la desigualdad que sufrimos como sociedad, y estamos en mayor riesgo de llegar a perder el hogar.
  • A toda la ciudadanía que cuiden las expresiones y las ideas preconcebidas sobre las personas sin hogar, y especialmente a los medios de comunicación, que utilicen herramientas como las guías de estilo para no deshumanizar, sino para humanizar y concienciar de que somos personas.
  • Que el año que viene no haya nadie durmiendo en la calle en ninguno de nuestros pueblos y ciudades.