La Parroquia de Sant Pere Octavià de Sant Cugat abre un piso de Cáritas para mujeres con hijos
El obispo de Terrassa, Mons. Salvador Cristau ha bendecido el piso y el programa que Cáritas desarrollará para ayudar a salir adelante las familias que vivirán.
Ayer se inauguró el piso de mujeres de Cáritas Sant Cugat, con la bendición del Obispo Salvador, la presentación de la vivienda y del programa que se llevará a cabo. El objetivo del proyecto es ayudar a mujeres que están en una situación de máxima vulnerabilidad y tienen hijos a cargo.
Durante la visita, Mn. Emili Marlés, rector de la Parroquia de Sant Pere Octavià ha explicado que “el 59,71% de las personas que hemos atendido el último año en Càritas Sant Cugat tienen problemas para tener un lugar digno donde vivir. La mayoría están en habitaciones realquiladas o infraviviendas. El colectivo de mujeres solas con hijos a cargo suyo es uno de los que tienen más dificultades. Esto, ligado a la experiencia positiva que tenemos con el piso de hombres, nos movió a abrir el piso de mujeres”.
El nuevo proyecto de Càritas Sant Cugat es más complejo, dado que no acoge familias unipersonales sino que se hará un trabajo con todos los miembros de las familias, para velar por el desarrollo de los niños y acompañar las mujeres en su proceso para reinsertarse a la sociedad. Según explicó la coordinadora parroquial de Cáritas, la Sra. Eva Llinàs, “el piso les dará aquella estabilidad que no tienen y los permitirá estar tranquilas y poder avanzar en todos los ámbitos necesarios para ser autónomas: en el ámbito laboral, la educación de los hijos, su situación personal, etc.” Llinàs también especificó que el paso de las mujeres por el piso tiene el deseo de ser temporal, durante una etapa de su vida en que necesiten ayuda: “las acompañaremos durante el tiempo que haga falta para que, una vez hecha el proceso, sean capaces de salir adelante sus vidas y las de sus hijos de forma autónoma”.
El piso tiene capacidad para 3 familias. Ya se han programado las entrevistas a las mujeres que necesitan esta ayuda porque, después de preparar el programa de convivencia, puedan entrar en el piso con sus hijos a principios del mes de diciembre.
El programa de atención y acompañamiento de las familias se llevará a cabo a través de los técnicos de Cáritas Sant Cugat, en coordinación con los servicios sociales del ayuntamiento. El proyecto también cuenta con el apoyo del consistorio santcugatenc, que cede el piso, cubriendo el alquiler; la Fundación La Caixa, que ha colaborado en los gastos para equiparlo; y del grupo CPM de la parroquia, que cubrirá los gastos de mantenimiento del piso y de las familias.
Para poner en marcha el piso de mujeres, Càritas Sant Cugat ha dispuesto del asesoramiento de Càritas Diocesana de Terrassa. La directora general, la Sra. Mònica Martínez Reche, ha explicado que ante la realidad que vivimos de una emergencia habitacional, agraviada por los elevados gastos en conceptos de alquiler y suministros, Càritas Diocesana de Terrassa en el último año ha inaugurado 3 pisos (el Hogar del Santuario de Remei de Caldes, Terrassa y Sant Cugat) que se suman a la veintena de pisos que tiene Cáritas en el Obispado de Terrassa. Martínez, destaca que, como Iglesia, dando respuesta a la misión de Cáritas, “nos adaptamos a las necesidades del momento, y ahora esto es necesario, aunque esperamos que lo sea de forma temporal”. También agradece a las personas y entidades, que lo han hecho posible todo el esfuerzo y la dedicación para poder acoger familias vulnerables.
Mn. Emili Marlés recordó que la solidaridad con las personas más vulnerables es uno de los acentos de la actividad de la parroquia, como lo demuestran las cifras que cada año se presentan en la memoria de Cáritas. En este sentido, la parroquia destina el 84% de sus ingresos a proyectos solidarios, principalmente los de Cáritas (70%).
Mons. Salvador Cristau, obispo de Terrassa, después de la bendición del piso cerró el acto y agradeció todo el esfuerzo y el trabajo que se está haciendo en la Iglesia a través de Cáritas, tanto a nivel diocesano como nivel local, para atender y acompañar las personas más vulnerables y que, en palabras del papa Francisco, son las más descartadas de la sociedad. A la vegada expresó su esperanza en que este nuevo piso se convierta en un hogar para todas estas mujeres con hijos que buscan refugio y un lugar donde construir nuevas oportunidades.