«El Saltiró» de Rubí inicia el curso con una visita histórica y natural a la masia Can Xercavins
Las familias que participan en el Saltiró han organizado una salida con las voluntarias para los más pequeños para conocer la historia de la ciudad y disfrutar de los espacios naturales de Rubí.
Càritas Rubí acompaña a un grupo de bebés y sus familias a través de dos espacios. Por un lado «El Casalet» donde 10 familias con niños con menos de un año tienen un espacio de martes a viernes donde comenzar a desarrollar sus habilidades psicomotrices y vinculares acompañados de sus padres y madres. De esta manera, se fortalece el vínculo materno-filial en un espacio seguro, protegido y acompañado por voluntarias y trabajadoras profesionales de la educación. Y por otro lado «El Saltiró», un espacio de continuidad dirigido sobre todo a las madres y bebés que ya han pasado por el Casalet el curso anterior y que no han conseguido plaza en la guardería, junto con otras de su mismo curso de Casalet que sí tienen plaza en la jardín de infancia pero quieren seguir vinculadas a Cáritas con el grupo de familias que han formado, profundizando en la educación emocional y física del niño.
Este acompañamiento anual también fortalece el vínculo entre las madres y padres que participan con sus bebés y empodera la escucha activa hacia los niños y entre ellos. Asimismo, conocen a personas con la misma situación familiar, que suele ser monoparental, y se ayudan tanto en tareas administrativas, como por ejemplo inscribir al hijo a la guardería, como en aprender a cuidar y educar a sus recién nacidos. Se crea un espacio diverso y muy enriquecedor para las familias primerizas que se encuentran con muchas incógnitas y dudas sobre la maternidad y el cuidado y educación de los hijos.
Estos dos espacios infantiles también se complementan con apoyo psicológico, pediátrico, servicios sociales, servicio de la mujer, y apoyo para realizar trámites administrativos y recursos públicos.
El Saltiró inició este curso con una excursión a la masía Can Xercavins. El señor Enric, propietario de la masía, les ofreció amablemente una guía dentro y fuera del espacio para explicarles las tradiciones y costumbres de las masías catalanas. Fue una salida muy especial para las participantes, ya que descubrieron una parte de Rubí más allá de la riera llena de naturaleza y tranquilidad con campos y masías. Un espacio ideal para que los pequeños puedan aprender a tener equilibrio cuando empiezan a andar.
