El voluntariado portador de esperanza
Gracias a los 1.397 voluntarios en todo el Vallès Oriental y Occidental, Cáritas ha acompañado a 28.086 personas en situaciones vulnerables.
Junio ha sido un mes para valorar y celebrar todo el trabajo realizado durante el curso 2021-2022.
Se han celebrado encuentros en todo el territorio con los voluntarios de su municipio para agradecer y conmemorar el compromiso y dedicación que han aportado a los 261 proyectos realizados durante este curso. Desde infancia y familia, pasando por formación hasta llegar a las necesidades básicas. Gracias a los 1.397 voluntarios en todo el Vallès Oriental y Occidental, Cáritas ha acompañado a 28.086 personas en situaciones vulnerables.
Somos lo que damos, somos amor
Estos encuentros han sido enmarcados dentro del lema de Corpus «somos lo que damos, somos amor», donde se reflexiona sobre qué da uno mismo a los demás. Han surgido experiencias y valoraciones que han servido para sopesar el camino que se va construyendo y el motor del compromiso hacia los demás. Somos alegría, somos esperanza, somos tiempo, somos ternura… somos amor.
Casi un 30% de los participantes de Cáritas son menores de 18 años
El número de niños y adolescentes acompañados por Cáritas va en aumento y requieren una atención tanto a nivel individual como a nivel familiar para poder ofrecer una ayuda transversal en todos sus ámbitos vitales. Por eso, se realizan proyectos como el materno para familias monoparentales, como proyectos de acompañamiento educativo, que además han realizado una gran labor durante la implantación de la digitalización escolar durante la pandemia.
Reconocimiento a toda una vida de compromiso
Los Puntos de Voluntariado de los municipios también se han encontrado con los voluntarios de las distintas entidades de sus poblaciones para agradecer y reconocer su compromiso con su ciudad o pueblo.
Asimismo, las Cáritas Parroquiales se han encontrado con sus voluntarios a modo de clausura del curso 2021-2022 haciendo un repaso por sus proyectos y entrelazando experiencias. Como es el caso de Cáritas Sabadell que en su encuentro de fin de curso con participantes, voluntarios y técnicos otorgaron diplomas a varios cursos, hicieron desfile de moda con las tiendas solidarias y la colaboración de participantes de otros proyectos.
El Punto de Voluntariado de Cerdanyola ha hecho un especial reconocimiento a Carme Mimó, voluntaria de Cáritas desde hace una década, y miembro del Consejo Diocesano de Càritas Diocesana de Terrassa.
Carme es una persona muy vinculada a la acción social en su ciudad, ya la Càritas Parroquial de Sant Martí. Participa en varias mesas de la ciudad como el Consejo de Mujeres, la Mesa para la vivienda, o el Consejo para las Personas Mayores, siempre con una perspectiva de trabajo en red, por eso nunca duda en ponerse al servicio para coordinar y sacar adelante nuevos proyectos.
Carme es una gran representación del voluntariado de Cáritas, siempre velando por la defensa de los más vulnerables y por una ciudad más inclusiva y justa. Tal como ella misma comentaba en la Mesa de experiencias a raíz de la covid hace un año, “voy por la calle y cuando veo a alguien que necesita ayuda, o veo alguna oportunidad nueva para alguien, no es que piense en Cáritas, pienso como Cáritas”.
