Casi un 40% de personas beneficiarias de Cáritas en 2023 son niños y jóvenes menores de 25 años
Memoria 2023 de la acción de Càritas Diocesana de Terrassa
Conoce los testimonios de la acción de Cáritas
En 2023 ha cumplido 10 años de la erección de Càritas Diocesana de Terrassa como entidad del Obispado de Terrassa para la realización de la acción social en la Diócesis. Mònica Martínez, directora general de Cáritas, en la publicación de la memoria 2023 explica que “desde siempre en Cáritas hemos visto cómo las personas que acompañamos hacen esfuerzos para seguir adelante a pesar de las consecuencias de la crisis inmobiliaria, la crisis provocada por la covid, los conflictos bélicos y la inflación de precios, sin poder olvidar la dificultad para cualquier persona al encontrar una vivienda digna”.
Para poder desarrollar la misión de la entidad durante estos años, ha sido clave el compromiso de todas las personas que han colaborado. Càritas Diocesana de Terrassa en 2023 contó con 1.406 voluntarias que han hecho posible la acción social en los 53 municipios de la Diócesis: el Vallès Occidental y el Vallès Oriental. Todas ellas, junto con curas y técnicos, han estado presentes allí donde han necesitado los 9.603 hogares, que representan a 24.131 personas beneficiarias de la acción de Cáritas.
Lidia Fadó, voluntaria desde 2012 destaca que “me llamó mucho el tema tan austero, tan sencillo… que es lo que realmente se predica, ¿no? Y a mí me gusta esa proximidad, ese tú a tú que no te sientes ni inferior ni superior, ni diferente… en todas partes es un ambiente muy sencillo con gente con muchas ganas de hacer cosas, y eso a mí me va impresionar mucho”.
Càritas Diocesana de Terrassa constata la vulnerabilidad de los hogares unipersonales o con menores a cargo, ya que representan al 79% de los participantes acompañados por Cáritas en los valles.
Casi un 40% de personas beneficiarias por Cáritas en 2023 son niños y jóvenes menores de 25 años atendidos mayoritariamente por los programas de acogida, acompañamiento y necesidades básicas a través de los cuales se ayuda a las familias a cubrir sus necesidades. Algunos niños como Maria (nombre inventado para garantizar su privacidad) participan en el acompañamiento educativo del que explica que “Me gusta venir porque me lo paso muy bien, cuando acabamos los deberes hacemos actividades, vamos al patio a jugar, leer, o hacemos algún juego de pizarra o de mesa. Me gusta todo.”. Este hecho pone de manifiesto el aumento del impacto de la pobreza en las generaciones más jóvenes y la dificultad de las familias más vulnerables para cubrir las necesidades básicas, ya que el 94% de las personas que acompaña a Cáritas Diocesana de Terrassa no las tienen cubiertas.
Cáritas visibiliza la situación que viven muchas personas a causa de sus graves dificultades para acceder a una vivienda; por la precariedad laboral creciente o por encontrarse en una situación administrativa irregular.
En este sentido, hace años que el acceso a un trabajo digno no garantiza tener una vida digna y poder llegar a fin de mes. En 2023 el 66% de los participantes de Cáritas, que están en edad laboral, buscan trabajo para poder convertirse en personas autónomas, económicamente independientes. Ezequiel, que llegó a Cáritas solicitando formación y orientación laboral, piensa en su futuro con esperanza “en el proceso también te sean educando para cuando tú terminas tu vida laboral con ellos, tú quedas preparado con un buen currículum para seguir”.
La crisis en relación con la vivienda está comportando que en 2023 el 27% de las personas acompañadas por Cáritas vivían en habitaciones de realquiler. Y según los datos del tipo de tenencia de la vivienda, casi 2 de cada 3 participantes viven en situación de sin hogar, en viviendas temporales, inadecuadas o inseguras (según la clasificación ETHOS). Seco Fati, que vivió en situación de calle, explica que “me siento más fuerte ahora gracias a la gente de Cáritas porque me han ayudado y animado para poder seguir siendo alguien mañana, para seguir teniendo una vida mejor. (…) Aquí a mí me han tratado como una familia no como un desconocido, me han tratado como una persona”.
La experiencia de Cáritas junto a estas personas es que es posible «recalcular la ruta». Cada encuentro, cada relación de ayuda significativa, cada diálogo sanador es sacramento de esperanza, especialmente para la persona más vulnerable. Se trata, pues, de salir al encuentro para acompañar la vida, el proceso de sanación y recuperación, el proceso de desarrollo en busca de una vida mejor, estableciendo vínculos con la persona. Sílvia Baños, voluntaria de Cáritas, explica que en la acogida y acompañamiento de las personas que viven situaciones de vulnerabilidad “el feedback es muy bueno porque incluso creas vínculos y creas relaciones… Muchas veces ya sabes que la persona que te vendrá, que te viene, te cuenta… pues mira “me ha pasado esto con mi hijo, estoy axinos, asans” (…) quieren hablar conmigo, porque me quieren contar (…)”. También destaca que realizar una acción voluntaria en Cáritas es comprometerse con las personas, ponerse al servicio de lo que haga falta para ayudar a mejorar la situación de las personas más vulnerables y juntas construir un mundo más justo para todos. Para Diankimba participar en el programa laboral de Cáritas ha significado hacer un cambio de rumbo en su vida «después de las prácticas he podido seguir como sustituta porque necesitaban sustituir a gente que estaba de vacaciones pero desde luego nos hemos quedado ahí«.
Mons. Salvador Cristau, en la memoria agradece “todo este trabajo que se está realizando para mostrar que el amor fraterno no es cosa de un día sólo, sino que es a lo largo de todo el año que los cristianos debemos testimoniar el amor de Dios con obras y hechos”. Y también es gracias al “apoyo económico que muchas personas, creyentes o no creyentes, e instituciones hacen con sus aportaciones” a los más de 1.000 socios y donantes.
La directora de la entidad, Mònica Martínez, reconoce que «me enorgullece ver cómo las personas que acompañamos hacen procesos y se van abriendo camino a la esperanza para tener una vida digna«. Tal y como remarca Diankimba “te valorizan tanto que tú mismo te sientes importante, yo de verdad lo he sentido con ellos, y está muy bien, estaba muy contenta”, “yo les gustaré siempre mi vida, la verdad, porque no me la imaginaba así, pero Cáritas ayuda”.